Los protagonistas, llamados Dancing Pallbearers, son oriundos de Ghana y representan lo peculiar que entregan los funerales en el país africano.
El objetivo de quien paga para darle un célebre último adiós a su ser querido que busca reír y llorar.
El rito, a comparación de las ceremonias occidentales (privadas y reservadas para los más íntimos), requiere de un microclima extravagante, en donde la concurrencia masiva lo transforme en un gran evento. Suelen desarrollarse durante los fines de semana, especialmente los sábados, para que el número de personas presentes permita comprender cuán querida era la persona difunta y qué tan importante es la pérdida.
En 2017, luego de que un par de años se popularizaran sus videos en YouTube, un grupo periodístico de la BBC documentó el trabajo de los enterradores.
Tras entablar contacto con ellos se relató que el líder de uno de estos grupos, un tal Benjamin Aidoo, fue quien optó por grabar cada baile sin pensar que más tarde cruzarían la frontera de su país para convertirse en memes alrededor del mundo.
Los clientes dicen: ‘A papá le gustaba bailar cuando estaba vivo, dejalo bailar una vez más’”, relató Aidoo, de 34 años, en una entrevista que le brindó a Bloomberg. También contó que rechaza clientes debido a la demanda anual. “Es un negocio en donde bailamos el ataúd hasta la tumba en lugar de marchar solemnemente”, completó.