Wilfredo, un hondureño que recorrió la República Mexicana para llegar a Tijuana con el fin de pedir asilo humanitario en Estados Unidos, ha pedido su retorno asistido a Honduras.
Y es que, asegura, ya se dio cuenta de que ingresar a Estados Unidos no es nada fácil y quedarse en Tijuana no es una opción para él, pues no tiene trabajo ni cómo mantenerse. Además, considera que permanecer en el albergue podría poner en riesgo su vida.
«Miramos que está fea la cruzada para Estados Unidos. Aquí en Tijuana no podemos hacer nada, solo esperar, pero no tenemos dinero para mantenernos», dijo al periódico El Debate.
Wilfredo se unió a las decenas de centroamericanos que pidieron al gobierno mexicano ser repatriados luego de los disturbios ocurridos el pasado domingo, cuando cientos de migrantes intentaron ingresar a Estados Unidos a la fuerza.
Otro caso similar es el de Javier, un salvadoreño de 19 años, cuyo propósito era también solicitar asilo humanitario en el país del norte.
Al igual que Wilfredo, el salvadoreño considera que permanecer en Tijuana mientras se realiza su trámite de asilo no es una opción, pues podría tardar meses y no tiene una forma de sustentarse en la ciudad mexicana.
Es por esto que acudió a los módulos que instaló el Instituto Nacional de Migración (INM) en coordinación con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para que lo asesoraran en su retorno a El Salvador. (El Debate MX)