Foto de Referencia.
Luis Enrique, de 24 años de edad, fue condenado a purgar 19
años y 6 meses de prisión, de esta condena, dieciséis de ellos son por haberlo
encontrado responsable penalmente por agredir a un menor de edad y los otros 3
años y seis meses por Adquisición o posesión de material para adultos,niñas,
niños, adolescentes o personas con discapacidad a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
Dichas penas deberá de cumplirlas bajo las reglas del concurso real del delito, en tanto que las acciones delictivas del acusado se sancionaron de manera independiente.
Asimismo, se le impuso la pena accesoria de la inhabilitación absoluta de la pérdida de los derechos de ciudadano por igual período de tiempo que la pena principal; y se ordenó que el imputado continúe en la detención en la que se encuentra.
Los hechos comenzaron en octubre del año 2016,
cuando la víctima conoció al imputado en un municipio de Santa Ana, en un
evento escolar. Según la declaración de “Atenea”, el joven era oriundo de
Sonsonate; pero había llegado a la actividad que se había organizado en el
primer sitio.
En ese momento, entablaron una amistad que continuó a través de las redes sociales, donde hablaban de diferentes temas. En febrero de 2018, el imputado le dijo que se tomara unas fotografías sin ropa para que pudieran conocerse más íntimamente; y que de igual manera, él le enviaría unas fotos suyas. Pero la víctima se negó.
Durante casi un mes, el imputado insistió; pero al ver la negativa, invitó a otra supuesta joven a participar de las conversaciones. Esta última joven comenzó a persuadir a la víctima para que le enviara a ella fotografías suyas sin ropa; y “Atenea” terminó accediendo, enviándole nueve fotografías.
Posterior al envío de las fotos, la supuesta joven
le pidió a la víctima que le enviara videos teniendo relaciones íntimas con el
imputado; y que si se negaba iba a publicar sus fotos sin ropa en las redes
sociales. Fue así como la víctima accedió. Días después, la familia de “Atenea”
se dio cuenta de todo lo ocurrido e interpuso la denuncia respectiva.
En el juicio se comprobó que el imputado y la
supuesta joven son la misma persona; así como también que el incoado abusó a la
víctima en dos ocasiones en un solo acto. Además, el imputado bajo la falsa
ciber identidad de una joven adquirió para sí nueve fotografías de la víctima
sin ropa, utilizando para ello la tecnología de comunicación como lo son las
redes sociales, transgrediendo con ello la dignidad de la víctima.
