Don Giuseppe Berardelli, un sacerdote de 72 años de edad, enfermo del coronavirus COVID-19, falleció hace unos días en Italia, luego de que rechazó el respirador que necesitaba para que se lo dieran a un paciente más joven.
Infobae indicó que perdió la vida el 15 de marzo en un hospital de Lovere, en la diócesis italiana de Bérgamo, la más golpeada por el virus, después de negarse a usar el equipo médico que sus feligreses le habían comprado. Ya el año pasado había tenido problemas de salud.
“Estoy profundamente conmovido por el hecho de que el arcipreste de Casnigo, Don Giuseppe Berardelli, haya renunciado voluntariamente a un respirador que la comunidad le había comprado, para dárselo a alguien más joven que él”, las palabras son de un enfermero de San Giuseppe di Casnigo Rest Home.
Berardelli era una figura querida y bien conocida en la región. Recibió cientos de elogios en las redes sociales cuando comenzaron a surgir las noticias de su aparente sacrificio. “Era un sacerdote que escuchaba a todos, sabía escuchar, quien se dirigía a él sabía que podía contar con su ayuda”, contó al periódico Araberara, Clara Poli, la exalcaldesa de Fiorano, quien añadió que Berardelli, junto con otro sacerdote, abrió un centro de ayuda en la región para las familias más vulnerables.