elblog
Por:
16 agosto, 2018

«Ser adicta el sexo me ha arruinado la vida», es lo que afirma Kate Wilkinson, una mujer de 39 años, psicólogo y madre de 3 niños en Inglaterra.

Ella ha sido diagnosticada con adicción al sexo, su esposa John de 40 años también es adicto al sexo, y ha sido un problema grave en sus vidas.

«Una mujer adicta al sexo? desde cuando es eso un problema?», se pregunta Kate, «a nadie le hago daño, totalmente lo contrario, doy placer infinito» relata.

El problema de Kate es no solamente que le encanta la penetración, sino los sentimientos que conlleva esto, por ejemplo el sentimiento de amor y conexión luego de terminar el acto sexual.

Según Kate, debido a su ansiedad, lo único que podía relajarla era tener sexo, la hacía sentir muy bien, no había ninguna droga recetada que pudiera darle el sentimiento que le daba tener sexo.

El problema es que todo en exceso es malo, incluyendo el sexo, ya que no podía ni trabajar ni estar pendiente de sus hijos debido a que por lo menos 8 veces al día necesitaba ser penetrada.

«No puedo parar, 8 o 10 veces al día no son suficientes», relata la respetable mujer.

«Soy adicta a los sentimientos de conexión, a la cura de ansiedad que viene luego de los encuentros sexuales, y es un problema muy grande cuando no puedo experimentar eso». Dice Kate.

«Desde una temprana edad yo entendí que experimentar con placer sexual me relajaba y me hacía sentir bien, como nada más lo hacía.»

«No podía funcionar, trabajo, compras, cocina, concentrarme, mientras me preocupaba por mi siguiente encuentro sexual, lo necesitaba ya».

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el comportamiento sexual compulsivo es definido como la inhabilidad para controlar intensamente los deseos sexuales.

Esta terrible adicción no solo se trae desde pequeño, también se puede adquirir por algún trauma ya siendo adultos, como es el caso de Lynn Anderson, una mujer de 54 años que se volvió adicta al divorciarse de su esposo de años y empezar una nueva relación.

«Desde que me divorcié conocí a varios hombre y no me pude detener», confiesa la mujer a Daily Mail.

Rebecca Barker por ejemplo tiene adicción sexual desde sus 16 años, y ha tomado medicina para controlar su deseo sexual, el cual dice ha sido una maldición ya que depende de ellos para vivir sin tanto apetito.

elblog

San Salvador, El Salvador

Redacción

Ventas