El Juzgado Especializado de Sentencia «A» de San Salvador condenó a penas que oscilan entre los cuatro y 34 años de prisión a 13 mareros, como cómplices no necesarios en el caso donde se le quitó la vida a Luis Humberto Herrera y al agente de la Policía Nacional Civil (PNC) Víctor Alcides Díaz Nolasco y por agrupaciones ilícitas.
Los condenados a 34 años de prisión son José Lisandro Portillo, Fredy Vladimir Avilés, José Rodrigo Martínez, Juan José Galdámez, Johnny Alexander Rodríguez, Marvin Zelaya, Jonathan David Barrientos, Giovanni Pérez y José Miranda. Otros cuatro pandilleros fueron condenados a cuatro años de prisión.
El juez manifestó que no se pudo comprobar la participación de los ahora condenados en el momento de cometer los hechos, porque el testigo dijo que no estuvo presente al momento que se le quitó la vida a las personas, solo estuvo en el transporte de los cuerpos.
Según la declaración del testigo con criterio de oportunidad trabajo desde el 2002 en el sector de La Campanera, municipio de Soyapango, departamento de San Salvador, realizando programas de “reinserción” de pandilleros a la sociedad, ganándose así la confianza de los mareros y conociendo el nivel jerárquico que la estructura poseía.
Asimismo, declaró que el 6 mayo del 2017 en horas de la noche recibió una llamada del procesado Juan José Galdámez, quien le dijo que les tenía que hacer un viaje sino quería que se ejecutara a su familia, narrando que subieron tres bultos a su vehículo y que hasta después se dio cuenta que lo que había transportado era el cuerpo de un exmilitar, por este caso fueron absueltos porque carecía de prueba pericial.
Posteriormente dijo que el 17 de julio del 2017 volvió a recibir otra llamada del mismo sujeto, quien le volvió a decir lo mismo que tenía que trasportar otro cuerpo, pero que unos mareros se iban a desplazar con él para asegurase que no los denunciara.
Además, contó que el 18 de julio volvió a recibir otra llamada para transportar otro bulto, que después se enteró que era el cuerpo de un agente de la PNC, pero que él ya se sentía culpable de estar ayudando por temor a los mareros y que el 19 de julio del 2017, él se presentó a la PNC para declarar lo que había sucedido una noche antes, narrando que ese día quedó detenido, pero que él ya no quería seguir ayudado a la estructura.