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Por: Francisco Narváez
16 agosto, 2019

Juan Gabriel Ventura Merino, de 36 años, fue condenado a purgar una pena de 11 años de prisión por el delito de tráfico ilícito, tipificado y sancionado en el Artículo 33 de la Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas (LRARD), en perjuicio de la salud pública.

Ese fue el veredicto emitido por el Tribunal 2º de Sentencia de Santa Ana, al finalizar la vista pública, en la cual el Ministerio Público, a través de prueba documental, pericial y testimonial, acreditó la existencia del delito y la participación del imputado en el delito que se le imputaba.

Asimismo, al incoado se le impuso la pena accesoria de la pérdida de los derechos de ciudadano por el mismo período de tiempo que la pena principal.

Los hechos por los que fue juzgado iniciaron a las 11:40 de la mañana del  5 de mayo del año 2018, cuando una persona se presentó a la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC) en Santa Ana para denunciar que un hombre le había quebrado el parabrisas de su vehículo. La víctima brindó las características del agresor y los agentes se movilizaron hasta el lugar donde estaba el auto y corroboraron la información, encontrando los daños denunciados y al imputado en evidente estado de ebriedad.

Ventura Merino fue capturado por el delito de daños y llevado hasta la subdelegación de la Policía. Previo a ser ingresado a las bartolinas, les externó a los policías que le dolía el estómago y que quería hacer sus necesidades fisiológicas, siendo que frente a los policías se acurrucó y expulsó tres porciones medianas en forma cilíndricas forradas con cinta aislante plástica color negra; y por presumir que se trataba de droga, el sospechoso fue trasladado hasta la División Antinarcóticos para realizar la prueba de campo, la cual dio positivo a marihuana.

Dado lo ocurrido, se tuvo bajo vigilancia al imputado y este continuó efectuando expulsiones el 8 de mayo del mismo año, consistiendo en 35 porciones más de marihuana. En total, el imputado portaba en el interior de su cuerpo la cantidad de 83 gramos de dicho estupefaciente, con los cuales se pudieron haber elaborado 166 cigarrillos de manufactura casera, teniendo un valor económico en el mercado negro de $94.62.

Desde un inicio, el plan del sujeto era ser detenido por las autoridades para luego poder comercializar la marihuana dentro de las bartolinas. (Centros Judiciales)

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San Salvador, El Salvador

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