En el fútbol profesional hay una gran cantidad de jugadores que, antes de ser los millonarios que son ahora, pasaron verdaderos momentos de pobreza que les enseñaron el valor de las cosas y la importancia de ayudar a otros menos favorecidos.

Uno de ellos es el senegalés Sadio Mané, uno de los actuales mejores 10 jugadores del mundo que brilla en el Liverpool, quien antes de tener lujos a montones prefiere “construir escuelas y dar comida a la gente pobre”.

“¿Para qué quiero 10 Ferraris, 20 relojes con diamantes y 2 aviones? ¿Qué haría eso por el mundo? Yo pasé hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui a la escuela. Hoy puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida y ropa a la gente pobre”, declaró Mané a nsemwoha.com.

Asimismo, sin el ánimo de vanagloriarse, el crack del club inglés dejó claro que él prefiere dar ropa, zapatos y comida a gente pobre de su país, antes que gastar excesivamente en cosas innecesarias.

“Construí escuelas, un estadio, proporcionamos ropa, zapatos y alimentos para personas en extrema pobreza. Además, doy 70 euros al mes (casi 78 dólares) a todas las personas en una región muy pobre de Senegal para contribuir a su economía familiar”, explicó Mané, quien en su país es muy querido y reconocido no solo por su fútbol, sino por sus acciones para con los pobres.

De igual manera, vale recordar que Mané ya había confesado en una entrevista que no era de salir de fiesta y que tampoco le gustaba jugar a la PlayStation, algo inusual para un futbolista de estos tiempos.