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Por: Jorge Archila @jorgearchila88
23 mayo, 2019

El expresidente de la República, Carlos Mauricio Funes Cartagena, sugirió que se debe amarrar a un poste al presidente electo, Nayib Bukele, se este no cumple con sus promesas de campaña.

«Interesante. Es una forma muy original de reclamo ciudadano. Hay que tener presente esta forma de expresión de descontento popular para usarla cuando Nayib comience a incumplir…», publicó en Twitter el exmandatario.

El comentario del exjefe de Estado, prófugo de la justicia salvadoreña donde está acusado de varios delitos, se da luego que en internet circulara una noticia donde pobladores del municipio de Siltepec, en Chiapas, México, amarraron al alcalde de dicha localidad en un poste en reclamo porque el edil no cumplió sus promesas de campaña.

Funes Cartagena aprovechó ese hecho para arremeter nuevamente contra el futuro gobernante de El Salvador, quien tomará posesión de su cargo el próximo 1 de junio, esto tras resultar vencedor en las pasadas Elecciones Presidenciales del 3 de febrero.

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Funes vuelve a hacer un llamado para iniciar una “intensa resistencia” contra el nuevo gobierno

A diez días para que el presidente electo, Nayib Bukele, asuma el control del poder Ejecutivo, el asilado expresidente de la República, Mauricio Funes, volvió a hacer un llamado para que los salvadoreños inicien una “intensa resistencia ciudadana” hacia el nuevo Gobierno.

A juicio de Funes, los salvadoreños tienen que defender todos los “avances” que se han logrado en los últimos diez años con el FMLN al frente del gobierno.

“El tiempo transcurre. Quedan pocos días para iniciar una minuciosa contraloría social y una intensa resistencia ciudadana al gobierno del presidente de la nueva derecha neoliberal aliada al conservadurismo de EEUU y al poder oligárquico que representa ANEP y FUSADES”, aseguró el asilado expresidente por medio de una publicación de Twitter.

Agregando que los salvadoreños “no deben permitir retrocesos en la gestión social. Hay que defender las conquistas sociales de estos diez años. Tampoco hay que permitir iniciativas que profundicen las desigualdades y la concentración del capital disfrazadas de desarrollo y crecimiento económico”.

A pesar de ser acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) de robar $350 millones de las arcas del Estado durante su mandato de 2009 a 2014, Funes pretende ser un fiscalizador de las acciones a emprender por parte de Bukele en el próximo quinquenio.

Funes hizo públicas sus intenciones de ser un fiscalizador desde el pasado mes de marzo, cuando propuso “construir un movimiento en las redes sociales para hacerle frente a la asolada neoliberal que se viene sobre el país”.

Desde septiembre de 2016, Funes y su núcleo familiar se encuentran asilados y bajo la protección del gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega. Su permanencia allá tiene el respaldo del FMLN que le aconsejó no regresar al país para no ser enjuiciado por desfalcar $350 millones de fondos públicos durante su mandato.

Días atrás se conoció que tanto Mauricio Funes como su hijo Diego Funes reciben un jugoso salario por parte de la Cancillería de Nicaragua, donde tiene plazas como “asesores”.

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San Salvador, El Salvador

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